Campeón de España superligero y wélter y dos veces campeón de Europa superligero, el asturiano José Ramón Gómez Fouz fue uno de los púgiles más brillantes de la época dorada de finales de los 70. Ha escrito varios libros de diversos temas, guerra civil, boxeo, etc.. Amablemente nos concede una entrevista a Espabox, que aquí traemos.
- ¿Cómo te definirías como boxeador?
Bueno, yo era un muy buen encajador, me movía bien, muy bueno con la mano izquierda y con la derecha no era tan bueno, hacía daño, pero fallaba mucho con ella. Puedo decirte que era un boxeador que tenía muchos problemas para dar el peso, pues trabajaba a la vez que boxeaba, entonces no tenía disciplina en la alimentación. Tampoco había los conocimientos que hay ahora sobre alimentación, no había pan integral y todas esas cosas. Entonces salía muy debilitado a boxear en general, pero bueno, era muy buen encajador y técnicamente era bastante superior a casi todos los boxeadores que había.
- Realizaste un total de 87 combates como profesional, una cifra que rara vez se puede observar en el boxeo actual ¿Por qué crees que los boxeadores, hoy en día, no alcanzan tales cifras?
No sé, se acaban antes y empiezan tarde. Yo empecé a entrenar en un gimnasio a los 15 años y ya debuté con 15 años, entonces te da tiempo a hacer más y aprendes sin prisa. Un boxeador que empieza antes tiene más oficio, sabe esquivar mejor, sabe hacer otras cosas. Y bueno, empezando joven puedes hacer más combates. Yo hice 87 combates y porque tuve alguna lesión y el boxeo en los últimos años empezó a bajar, sino hubiera hecho 120 combates tranquilamente. Los últimos años había pegado el bajón, digámoslo así. Cuando llegó el año 1977 y 1978, los políticos empezaron a hacer política con el boxeo, valga la redundancia, si no llega a ser por eso yo hubiera hecho mucho más combates.
- En marzo de 1975, te proclamas por primera vez como campeón de Europa en el peso superligero y además, fuera de casa. ¿Cómo recuerdas ese combate?
Bueno, como soy hombre de buena memoria, yo me acuerdo de todo. Me acuerdo de todos los rivales y hasta del árbitro. Esto lo digo para aquellos que piensan que el boxeo te deja de aquella manera. Además te diré, que también sé de memoria todos los reyes de España, Francia, todos los presidentes de EE.UU y todos los reyes de Asturias.
Me acuerdo que salí débil por dar el peso, no obstante, en el primer asalto le tiré. Le di un golpe muy fuerte, yo creí que se había resbalado, pero cuando se levantó…vi que estaba pálido y el árbitro le contaba, entonces fui a rematarle y sonó la campana. Luego le gané, fue un combate duro porque él (Walter Blaser) era un hombre muy duro, “El último bulldog” le llamaba Fernando Vadillo.
Le gané con facilidad a los puntos, pero si le cojo cuatro o cinco años después, le hubiera ganado por KO. Porque me fui afianzando como boxeador y me fui haciendo más fuerte según pasaba el tiempo. Si ves mi historial, los últimos combates se suman por KO. De aquella era muy niño y podría haber boxeado hasta los 40 años, dejé el boxeo porque no había boxeo y estaba muy mal pagado. Igual que ahora, que también está muy mal pagado, y me refiero en España.
- Proclamado campeón de Europa, ¿cómo acogió los medios de comunicación ese hecho?
Bueno, al boxeo se le seguía mucho. Había mucha pasión. Fue televisado en directo, y sólo había una cadena de televisión. Lo vio media España y además fue un combate muy guapo. El As lo publicó en primera página, el Marca también. Bien es verdad, que a mí eso no me gustaba mucho pues soy más bien retraído, no me gusta el protagonismo.
- Entonces, ¿por qué crees que hoy en día está tan olvidado?
Yo no sé si el boxeo era mejor o peor, porque siempre dicen lo mismo…que lo pasado era mejor, y no siempre es así. Pero bueno, había muy buenos entrenadores y claro, tú veías un combate y cada boxeador tenía su propia personalidad. Uno boxeaba de piernas, otro era fajador y otro tal…pero ahora todos boxean muy parecidos. Me da la impresión que el boxeo ha perdido personalidad.
Antaño, había entrenadores muy buenos, el entrenador de Legrá era Kid Tunero, que fue un peso medio que ganó a todo el mundo, Pampito Rodríguez, aquel entrenador argentino… eran muy buenos maestros. Yo creo que eso, sin menospreciar a nadie, se ha perdido. Segundo Bartos, otro gran entrenador. Todos esos eran grandes maestros y se iba transmitiendo de unos a otros, pero hay unos años, cuando el boxeo empezó a decaer, que se rompió la cadena. No hubo un boxeador que siguiera transmitiendo sus conocimientos como entrenador. Porque no es lo mismo tener de entrenador a Kid Tunero, que había hecho 150 combates de profesional, qué sabe enseñarte y que se pone a golpear al saco y te dice cómo se golpea. Pero ahora la mitad de los entrenadores te piden que golpees al saco… pégale tú y a ver si sabes enseñarme. Es una opinión. Yo creo que hay buenos boxeadores, pero no hay tanta pasión.
- Fuiste comentarista de boxeo, durante 12 años, en Canal+, ¿qué motivos crees que hay detrás para que las televisiones no apuesten por el boxeo?
No son reacios cuando hay que apostar por el boxeo americano, porque tiene audiencia. Son reacios con el nacional, porque los de dentro, todo lo que tocan lo joden. Tuvieron la ocasión de su vida con Canal+ de haber hecho las cosas bien y lo único que hicieron fue traer eslovacos que se tiraban en el segundo asalto. No se puede engañar a la gente, porque no es tonta.
Estuvieron preparando a Karim Quibir, un boxeador extraordinario, y al “Aspirina”, otro boxeador extraordinario y cuando se enfrentan, hacen un combate de lo mejor, un combate con el público en pie. No lo televisaron, hombre. Aquel día no sé qué tonterías de ellos con el Canal + y no se emitió. Todo lo que tocan, pues eso. Porque Canal + se volcó con el boxeo, les pagó dinero y tuvieron la ocasión de su vida de haberlo hecho como es debido, hacer buenos campeones, hacer boxeo serio y pasión por él.
Pero claro, campeonato del mundo latino, campeonato del mundo hispano, campeonato intercontinental… ¿pero qué cachondeo es éste? Un profesional que gane un combate ya es campeón de algo, eso desprestigia a todo. Con el apoyo de Canal+, era para haber hecho las cosas como es debido, la oportunidad de levantar este deporte. Pero fueron unos egoístas, unos simples y lo que hacían era traer eslovacos, yo que era narrador decía: a éste cuando le peguen abajo se tira…y efectivamente. Además era un KO orgánico y a boxear el mes siguiente. Se tiran piedras contra su propio tejado y van a seguir tirándoselas.
- Sigamos con tu carrera, a la tercera va la vencida y en junio de 1980 te proclamas campeón de España del peso wélter ante Carlos Morales y además, en Oviedo, ¿cómo recuerdas ese combate?
Bueno, había mucha expectación. No sé por qué razón apostaban a que iba a perder, porque conocían a Morales de haber sido campeón de España en categoría amateur, pero el boxeo amateur no es lo mismo que el boxeo profesional. Llegaba invicto, era un buen boxeador, pero aquello se le termino aquel día. Sé que tenía problemas para dar el peso, como me pasaba a mí. Era muy batallador, era de los que se me daban bien porque siempre se iba hacia delante y le gané precisamente en el cuerpo a cuerpo, en la distancia de él, empecé a meterle ganchos en corto, le abrí una ceja, le tiré una vez y le tiraron la toalla.
- En septiembre de 1983, te proclamaras por última vez como campeón de España, en esta ocasión del peso superligero, y casi 30 años después, Aitor Nieto es el siguiente asturiano en recoger tu testigo como campeón de España. ¿Qué opinas de Aitor Nieto?
Le vi debutar y había diferencia. Era un boxeador veloz, ¿qué pasó? Que no le dio tiempo a hacer buena escuela porque no tuvo gente con la que aprender. Es veloz, es sufrido, buen encajador y es profesional, éste se entrena de verdad, no es ningún cantamañanas. Veremos en qué acaba la cosa. Debutó como profesional hace dos años y yo le vi cómo le robaban algunos combates en neo, por cierto. Es un tío que tiene voluntad. Y a ver si realiza algunas defensas del título fuera de Asturias. Pero fíjate, lleva 11 ó 12 combates y ya es campeón de España, eso antes era impensable. Pero Nieto es un boxeador clásico, se entrena y me alegré por él porque se lo merece.
- ¿Podrá también recoger tu testigo como campeón de Europa?
Bueno eso ya cuesta más, además está en un peso difícil y tiene que hacer más combates, no puede ir al campeonato de Europa con 14 combates porque lo matan. Tendrá que esperar año o año y medio, aunque no es joven porque empezó tarde, pero todavía tiene muchos combates por delante.
¿Por qué crees que se tardó tanto tiempo?
Porque no ganaron, porque lo intentaron varios, Juan Del Valle, Alejandro Pereira, Alfonso Sánchez. Antes era muy difícil llegar al campeonato de España, porque había más boxeadores, menos pesos y no había campeonatos intercontinentales ni nada de eso, entonces había que superar a muchos y muy buenos boxeadores. Fíjate tú, estaba “Sombrita” que fue campeón varios años en el superligero, Perico, Durán en el peso superwélter, Pacheco en el wélter… había muy buenos boxeadores. Era difícil, primero llegar a ellos porque había muchos delante y luego, había que ganarle.
- ¿Crees que influyó la época oscura que vivió Oviedo en la década de los 80?
Sí, claro. Aquí en Oviedo se cortó. Antonio Massip intentó prohibir el boxeo, pero no pudo porque se lo echaron abajo en el Pleno de Congreso. Aunque la gente dejó de entrenar y empezó a estar mal visto políticamente, y no todos los políticos están en contra del boxeo.
¿Qué nivel de boxeo crees que hay en Asturias?
Lo sigo poco, pero sé que hay un boxeador amateur muy bueno, Jonathan Alonso, ese chaval marca la diferencia. Ese es un gran boxeador y será un gran boxeador. A ver si trae una medalla en la próxima olimpiada.
- Hoy en día, la mayoría de boxeadores tienen que compaginar el trabajo con los entrenamientos, ya que las rentas percibidas por combate no son muy elevadas para dedicarse en exclusiva al boxeo ¿Tú también compaginabas trabajo y entrenamientos o te dedicabas por completo al boxeo?
Yo cobraba bien, llegué a cobrar muy buenas bolsas, pero siempre trabajé. Nunca tuve dedicación exclusiva al boxeo. Ahora a “toro pasao”, es cuando uno se plantea si hubiera sido mejor o no, porque si trabajando y todo aquello, hice 87 combates, pues dedicándose en exclusiva y cuidándose adecuadamente para dar bien el peso podría haber sido campeón de Europa 10 años o campeón del Mundo, no lo sé, porque igual te meten un castañazo y se acabó todo, es muy utópico. A mí las cosas nunca me han ido mal en ningún momento, ni en el trabajo ni el boxeo, entonces no puedo quejarme. Pero a veces lo pienso.
- ¿Cómo calificarías el nivel que actualmente tiene el boxeo nacional?
Hombre, hay un boxeador que marca la diferencia, que es Kiko Martínez. Es un gran boxeador y le vi debutar como profesional estando yo en Canal+ y al final del combate siempre me preguntaban: ¿Con qué te quedas del combate? – y yo respondía- Con Kiko Martínez. Es un boxeador clásico que golpea muy bien, pero que también boxea. Y ahora tiene experiencia, claramente marca la diferencia.
- ¿Qué te parece que exista una proliferación de organismos?
Un desastre, esto es lo que está acabando con el boxeo. Y en el boxeo español, lo que te decía antes, campeonato latino, intercontinental, euroasiático y encima uniendo el boxeo con el full contact, eso termina de rematarlo y lo permite la federación. Porque el que se beneficia es el full contact, no el boxeo del full contact.
- A tu juicio, ¿cuál crees que es el mejor boxeador español?
Es que es muy difícil. En el peso pesado Paulino Uzcudun, Castillejo otro de los grandes boxeadores, Perico Fernández, fue campeón del Mundo y era un autodidacta del boxeo, muy rápido, boxeaba muy bien la distancia. Es muy difícil decirlo. En mi época, coincidió conmigo Perico, José Durán un gran boxeador y hombre muy serio.
-¿Y el mejor boxeador en términos generales?
Sugar Ray Robinson. Pero es utópico, Cassisus Clay, Joe Louis, y creo que éste era el más completo, no tenía las piernas de Clay, pero en la parte superior era tan rápido como él, pegaba más y golpeaba muy bien abajo.
- En abril de 1984, disputas tu último combate y lo haces en Italia, por la pugna del título de campeón de Europa ante Patrizio Olivia. ¿Cómo recuerdas ese combate?
Yo era un fantasma. Me tuvieron que inyectar, Javier un gran fisioterapeuta que trataba a los ciclistas, porque tenía una lesión en los cartílagos por la debilidad que tenía para poder dar el peso, y salí hecho una momia. No quiere decir que si estuviera bien físicamente, no me hubiese ganado.
- ¿Por qué tomar la decisión de colgar los guantes?
Me costaba dar el peso y con el trabajo, más todavía. Además empezaba a pagarse poco en el boxeo y yo estaba acostumbrado a cobrar buenas bolsas. Tenía trabajo con un buen sueldo, no me merecía la pena
¿Te planteaste alguna vez salir del retiro y volver a boxear?
No, no me lo planteé.
Para ir concluyendo, tras colgar los guantes, te embarcas en el mundo de la escritura, ¿cómo descubres esa vocación?
Yo ya escribía de boxeo en La nueva España. Cuando me quitaron la licencia, escribí de boxeo y escribí varias crónicas. De chiquillo, fui oyendo datos históricos y los fui cogiendo de forma mental. Cuando terminé de boxear, tenía un tiempo libre y empecé a perfeccionar todos esos datos. No tenía intención de escribir un libro, solo era curiosidad, pero fueron tantos los datos que tenía que decidí escribir un libro, en realidad tres, y los tres son record de venta. Muy polémicos, por cierto.
Estoy escribiendo un libro sobre el boxeo asturiano, tengo documentos, imágenes… pero ahora tengo poco tiempo por el trabajo. Pero en cuanto me jubile o prejubile, en medio año está hecho.
Pues ya queda menos, José Ramón Gómez Fouz, con casi 62 años (los cumplirá el próximo lunes 27), sigue amando el boxeo y nos sigue ilustrando con sus libros. Un ejemplo de boxeador.
Yo ya escribía de boxeo en La nueva España. Cuando me quitaron la licencia, escribí de boxeo y escribí varias crónicas. De chiquillo, fui oyendo datos históricos y los fui cogiendo de forma mental. Cuando terminé de boxear, tenía un tiempo libre y empecé a perfeccionar todos esos datos. No tenía intención de escribir un libro, solo era curiosidad, pero fueron tantos los datos que tenía que decidí escribir un libro, en realidad tres, y los tres son record de venta. Muy polémicos, por cierto.
Estoy escribiendo un libro sobre el boxeo asturiano, tengo documentos, imágenes… pero ahora tengo poco tiempo por el trabajo. Pero en cuanto me jubile o prejubile, en medio año está hecho.
Pues ya queda menos, José Ramón Gómez Fouz, con casi 62 años (los cumplirá el próximo lunes 27), sigue amando el boxeo y nos sigue ilustrando con sus libros. Un ejemplo de boxeador.
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