Fernando Pérez, el dominador superligero de 1973

El púgil Fernando Pérez puso el nombre de Avilés en la élite nacional del boxeo durante la década de los años setenta

Fernando Pérez Martínez dejó una estela deportiva que es digna de recordar en Avilés, ciudad que le acogió desde bien niño y a la que recompensó con una sucesión de buenos registros deportivos que desembocaron en el campeonato de España del peso superligero del año 1973.

Fernando Pérez Martínez fue un hombre cuyos éxitos quedaron en un segundo plano respecto al medallista olímpico Dacal II, pero debe serle reconocido su gran mérito, tanto por los casi veinte años que se mantuvo en activo como por los repetidos éxitos nacionales logrados en los pesos ligeros y superligeros.

Nacido en 1943 en la localidad manchega de Santa María de los Llanos, Fernando fue uno de esos muchos niños que a la temprana edad de 14 años le tocó emigrar a Avilés con su familia en busca de una nueva vida. Siguiendo la iniciativa de otros jóvenes de la villa, que al igual que él ya trabajaban por entonces, se inició en 1959 en el boxeo en el gimnasio que la Asociación Atlética Avilesina tenía en La Exposición, y que tan buenos resultados fue cosechando a lo largo de su historia.

Pero el caso de Fernando Pérez era especial, de una intensidad en los entrenamientos propia de alguien que quería triunfar y también se preparaba al aire libre. De hecho, era habitual verle correr camino de la ermita de La Luz con el fin de lograr una completa formación física.

Su debut profesional tuvo lugar en un escenario muy especial como el estadio Román Suárez Puerta. Sobre el cuadrilátero que allí se montó el día 7 de julio de 1962, Fernando Pérez ofreció toda una exhibición de pugilismo ante José Puente, justo antes de los dos siguientes combates que le enfrentaron en León a Roberto Marthon y Valbuena.

Especial para él fue el enfrentamiento ante el también avilesino Abel Martínez el 7 de marzo de 1964. Aquel compromiso celebrado en Oviedo le supuso un triunfo a los puntos y la confirmación de su proyección. No faltaron tampoco, en esta fase inicial de su vida deportiva, las derrotas ante los también avilesinos Avelino Cal y José Riveiro, pero su progresión sería constante hasta que lograba primero en la categoría de peso ligero, y más tarde en los superligeros.

Torneo nacional

En ese camino hacia la elite del pugilismo nacional, se fue enfrentando a la flor y nata del boxeo español. Uno de ellos, Kid Tano, solo le podía derrotar a los puntos el 25 de abril de 1970 en el estadio Insular de Las Palmas. La lucha por el peso ligero estaba en juego y la revancha tuvo lugar tres meses después en el campo del Gas, de Madrid, donde ambos púgiles hacían combate nulo. Fernando Pérez era ya toda una realidad del boxeo para entonces.

Sería el 17 de febrero de 1973 la fecha de su momento soñado. En la plaza de toros de Santa Cruz de Tenerife, que presentaba una gran entrada aquella jornada, lograba Pérez su ansiado título de España al superar por KO técnico a Domingo Barrera.

Un éxito que defendería ese mismo año ante Horacio Ruiz, en Madrid, y Fernando Bermejo, en el pabellón municipal de los Deportes de Gijón. Tales logros le permitieron disputar un combate en el Palazzetto dello Sport de Napoli (Italia), donde cayó a los puntos ante Ernesto Bergamasco, formando parte de la selección española, con la que fue varias veces convocado.

La carrera profesional de Fernando Pérez continuó hasta el 2 de junio de 1979, cuando colgaba los guantes en la plaza de toros de Miranda de Ebro ante una de las sensaciones de la época como era Perico Fernández, y antes lo había hecho ante 'Dum Dum' Pacheco o el ex competidor olímpico Mariano Pérez, a quien llegó a derrotar en dos ocasiones.

No obstante, tanto antes como después servía como ejemplo de los jóvenes púgiles locales que contra él querían enfrentarse a modo de entrenamiento en un deporte en el que Pérez también fue entrenador y comentarista.

Fernando Pérez se movió principalmente entre Avilés, Oviedo y Gijón, tanto en lo que se refiere a su preparación como en su residencia, especialmente en la villa de Jovellanos, localidad en la que falleció el mes de febrero de 2023, no sin antes haber recibido el apoyo y el reconocimiento del mundo del boxeo.

Solo basta ver el seguimiento que se le hizo en la prensa durante esos años o las portadas que se le brindaron por parte de las revistas especializadas en boxeo de la época para darse cuenta de la importancia del púgil avilesino en los primeros años de la década de los setenta.

Alberto Rendueles/elcomercio