24 diciembre 2012

Carlos Ferrao - Más golpes da la crisis

El boxeador avilesino Carlos Ferrao se quedó sin plaza en la Blume por los recortes

A Carlos Ferrao la crisis le ha golpeado por todos los lados últimamente. Este avilesino de 23 años había hecho méritos para ingresar en el selecto grupo de boxeadores que la Federación Española tutela en la Residencia Blume. La reducción de plazas le ha dejado fuera, con todo lo que supone para su progresión deportiva y estabilidad económica. «Me he planteado dejarlo, pero de momento sigo gracias al apoyo de mis padres», destaca.

Carlos Ferrao Menéndez (Avilés, 21-2-89) llegó a firmar a principios de año los documentos sobre las normas de la Residencia Blume, una vez que la federación le confirmó su plaza en la Blume como número 2 de España en el peso pluma. Una vez que los responsables federativos conocieron la rebaja de la subvención del Consejo Superior de Deportes, de 800.000 a 350.000 euros, tomaron una serie de medidas que afectan de lleno a los deportistas. Ferrao y algún púgil más se quedaron fuera, mientras que a los pocos elegidos les bajaron la beca de 800 a 500 euros al mes.

Jonathan Alonso, olímpico en Londres y amigo íntimo de Ferrao, ha librado el año con una beca ADO gracias a su presencia en los Juegos, pero teme por su futuro. «A ver en qué queda esto en 2013», explica Alonso, que es un privilegiado respecto a sus compañeros de residencia por la cantidad de combates que le organiza su primer entrenador, Oliver Sánchez. «He llegado a boxear seis veces en Asturias en un mes».

Como Jonathan, Carlos Ferrao también pertenece al Club Asturbox y acude diariamente al gimnasio de Gijón como parte de su preparación. «Entreno de lunes a viernes mañana y tarde, y los sábados por la mañana», explica el avilesino. Ferrao, estudiante de Informática, completa su plan de entrenamiento con sesiones en las instalaciones universitarias de San Gregorio.

Además de un frenazo en su carrera deportiva, la pérdida de la plaza en la Residencia Blume lleva aparejado un quebranto económico para la familia de Ferrao. «No ir a Madrid me supone el pago de los 800 euros que cuesta la matrícula, además de los 90 kilómetros diarios en desplazamientos entre Avilés, Gijón y Oviedo», expone, junto con el golpe añadido que está intentando amortiguar: «La Universidad de Oviedo me pide el reintegro de una beca por unos exámenes que no pude hacer en su momento. Recurrí alegando que me habían coincidido con competiciones, pero me dicen que tendría haber pedido los cambios de fecha».

Pese a todos estos reveses, Carlos Ferrao no se da por vencido y cree que tiene recorrido como boxeador. «No tengo ninguna cualidad física especial, pero aprendo rápido», asegura, consciente de estar en las mejores manos, tutelado por Oliver Sánchez y con el apoyo de Jonathan Alonso. Ferrao quiere estar a punto para las citas más importantes de 2013, entre febrero y abril, la única manera de volver a optar a un hueco entre los mejores.

Pero, realista, Carlos Ferrao duda de que la situación económica mejore lo suficiente para que la Residencia Blume vuelva a los buenos tiempos: «No sé los años que le quedan a la selección española», se lamenta este avilesino, acostumbrado últimamente a recibir más golpes fuera que en el cuadrilátero.


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