Héctor Brea (Avilés, 1984) volvió a disfrutar sobre un ring el pasado viernes en la velada por el trigésimo aniversario del Club Asturbox en el Palacio de los Deportes de Gijón.
El veterano boxeador avilesino noqueó en el segundo asalto al llanisco Adrián Martínez, logrando el primer KO de su carrera, a la que le quedan los últimos coletazos. Ejemplo de esfuerzo y superación, Brea busca un gran último reto antes de colgar los guantes a cinco meses de cumplir cuarenta años.
–El viernes (15/03/2024) noqueó a un rival al que le saca nueve años en el segundo asalto, mostrando un estado físico envidiable. ¿El truco?
–Bueno, se juntan varios factores. Llegué al combate muy motivado por la rivalidad que tenemos ambos desde hace muchos años, venía bien entrenado y creo que a nivel de preparación me viene bien el haber empezado tarde a boxear (22 años) y el no haber sido nunca noqueado ni haber recibido golpes muy fuertes en los combates. Pero bueno, los años pesan, no creas (risas).
–El combate frente a Adrián Martínez estuvo rodeado de polémica. ¿Habrá revancha?
–Sí, me la pidió él y no he tenido problema para aceptar. Será el 4 de mayo. Todo empezó hace diez años, cuando le gané por primera vez en un Campeonato de Asturias y no le gustaron unas declaraciones que hice. A partir de ahí tuvimos varios encontronazos, el último en el cara a cara previo –no fue preparado– y es un combate al que le teníamos ganas tanto nosotros como los aficionados al boxeo en Asturias. Parece ser que no les pareció suficientemente clara la victoria y habrá que repetir.
–¿Por qué estuvo cuatro años y medio sin boxear?
–Primero estuve lesionado, se cayeron algunas veladas y llegó el COVID. Al final en boxeo se hacen como mucho tres o cuatro combates al año y si se te cae alguno da la sensación de que estás mucho tiempo parado. Por mi cabeza nunca pasó la idea de retirarme y tenía claro que tarde o temprano iba a volver.
–En agosto cumplirá 40 años. ¿Tiene fecha de retirada?
–Creo que es una edad perfecta para colgar los guantes. Redonda. Voy a hacer este combate frente a Adrián y quizá dos o tres más, pero en 2025 como tarde lo dejaré seguro. Estoy trabajando a jornada partida, me cuesta mucho compaginarlo con la preparación y, como digo, los años ya van pesando también. Me gustaría competir fuera de España antes de dejarlo. Tengo alguna propuesta y la estoy estudiando.
–¿Y un nacional profesional?
–Es difícil. Me gustaría, pero desde 1993 no lo gana un visitante. Habría que hacerlo aquí, y es complicado conseguir los recursos. Y para irme fuera, con el dinero que se gana... complicado. Veo más factible vivir la experiencia de un combate internacional.
–¿Y después? ¿Cuando se baje del ring como competidor?
–Estaré seguro ligado al boxeo. Ya he dado clases y me gusta. Aunque no puedo hacer comba por la periostitis, disfruto mucho entrenando y será un placer transmitir mis experiencias a los que vienen por detrás.
–Cuando usted fue campeón de España amateur y en 2014 pasó a profesional se veían más boxeadores avilesinos en las veladas. Ahora parece que hay más cantera pero menos eventos. ¿Cómo lo ve?
–El boxeo amateur y el profesional son dos mundos distintos. Cambia todo. Desde los guantes, los vendajes, que son más duros y se tardan mucho más en hacer. Hay que tener un equipo detrás, cuidar más la alimentación, entrenar con más medios, el arbitraje y la forma de boxear también es distinto... Es complicado dar el salto, muchas veces no compensa, de ahí que se vean pocos profesionales.
–¿Qué le parecen las veladas de Ibai? ¿Ayudan al boxeo?
–No voy a ser yo el que esté en contra de algo que mueve a tanta gente y tanto dinero. Si con esas veladas conseguimos que alguien se interese por este deporte, bien para verlo o bien para empezar a entrenar, será positivo.
–El viernes (15/03/2024) noqueó a un rival al que le saca nueve años en el segundo asalto, mostrando un estado físico envidiable. ¿El truco?
–Bueno, se juntan varios factores. Llegué al combate muy motivado por la rivalidad que tenemos ambos desde hace muchos años, venía bien entrenado y creo que a nivel de preparación me viene bien el haber empezado tarde a boxear (22 años) y el no haber sido nunca noqueado ni haber recibido golpes muy fuertes en los combates. Pero bueno, los años pesan, no creas (risas).
–El combate frente a Adrián Martínez estuvo rodeado de polémica. ¿Habrá revancha?
–Sí, me la pidió él y no he tenido problema para aceptar. Será el 4 de mayo. Todo empezó hace diez años, cuando le gané por primera vez en un Campeonato de Asturias y no le gustaron unas declaraciones que hice. A partir de ahí tuvimos varios encontronazos, el último en el cara a cara previo –no fue preparado– y es un combate al que le teníamos ganas tanto nosotros como los aficionados al boxeo en Asturias. Parece ser que no les pareció suficientemente clara la victoria y habrá que repetir.
–¿Por qué estuvo cuatro años y medio sin boxear?
–Primero estuve lesionado, se cayeron algunas veladas y llegó el COVID. Al final en boxeo se hacen como mucho tres o cuatro combates al año y si se te cae alguno da la sensación de que estás mucho tiempo parado. Por mi cabeza nunca pasó la idea de retirarme y tenía claro que tarde o temprano iba a volver.
–En agosto cumplirá 40 años. ¿Tiene fecha de retirada?
–Creo que es una edad perfecta para colgar los guantes. Redonda. Voy a hacer este combate frente a Adrián y quizá dos o tres más, pero en 2025 como tarde lo dejaré seguro. Estoy trabajando a jornada partida, me cuesta mucho compaginarlo con la preparación y, como digo, los años ya van pesando también. Me gustaría competir fuera de España antes de dejarlo. Tengo alguna propuesta y la estoy estudiando.
–¿Y un nacional profesional?
–Es difícil. Me gustaría, pero desde 1993 no lo gana un visitante. Habría que hacerlo aquí, y es complicado conseguir los recursos. Y para irme fuera, con el dinero que se gana... complicado. Veo más factible vivir la experiencia de un combate internacional.
–¿Y después? ¿Cuando se baje del ring como competidor?
–Estaré seguro ligado al boxeo. Ya he dado clases y me gusta. Aunque no puedo hacer comba por la periostitis, disfruto mucho entrenando y será un placer transmitir mis experiencias a los que vienen por detrás.
–Cuando usted fue campeón de España amateur y en 2014 pasó a profesional se veían más boxeadores avilesinos en las veladas. Ahora parece que hay más cantera pero menos eventos. ¿Cómo lo ve?
–El boxeo amateur y el profesional son dos mundos distintos. Cambia todo. Desde los guantes, los vendajes, que son más duros y se tardan mucho más en hacer. Hay que tener un equipo detrás, cuidar más la alimentación, entrenar con más medios, el arbitraje y la forma de boxear también es distinto... Es complicado dar el salto, muchas veces no compensa, de ahí que se vean pocos profesionales.
–¿Qué le parecen las veladas de Ibai? ¿Ayudan al boxeo?
–No voy a ser yo el que esté en contra de algo que mueve a tanta gente y tanto dinero. Si con esas veladas conseguimos que alguien se interese por este deporte, bien para verlo o bien para empezar a entrenar, será positivo.
Santy Menor / ElComercio
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