“Voy a dar mucho de lo que hablar”. La frase no es una bravuconada, sino una declaración de intenciones. Así se presenta Rubén Priede, conocido en el mundo del boxeo como “The Punisher” (“El Castigador”), un joven de 25 años que, desde su base en Las Vegas, tiene un objetivo claro: conquistar el campeonato de España y abrirse camino hacia el profesionalismo.
En declaraciones para LNE, Priede habla con la misma contundencia con la que reparte golpes sobre el ring. Sereno, disciplinado y ambicioso, asegura que su historia apenas está comenzando. “Mi meta es el campeonato nacional. Es una meta ambiciosa, pero me siento preparado”, afirma con determinación.
De la cantera del Oviedo al cuadrilátero
Lo suyo no fue un camino común. Hasta los trece años, Rubén soñaba con brillar en los campos de fútbol. Formaba parte de la cantera del Real Oviedo, una de las más destacadas de Asturias. Pero el balón acabó dando paso a los guantes. En sus primeros años se acercó al full contact, disciplina en la que destacó en campeonatos de España y Europa.
“Para que no se enterasen mis padres de que hacía boxeo, fingía que iba a entrenar a fútbol. Me cambiaba en el cuarto de las calderas y me iba al gimnasio”, recuerda entre risas. La farsa se vino abajo cuando el club llamó a casa: Rubén no estaba yendo a entrenar.
Convencer a sus padres no fue fácil. “De primeras pensaba que les iba a parecer peor. Volvía con moratones o una ceja partida. A mi madre, que es muy aprensiva, le costó aceptarlo”, admite. Pero con el tiempo comprendieron que el boxeo no era una afición pasajera, sino una vocación.
“El boxeo me ha dado disciplina y propósito”
A día de hoy, Rubén compagina su trabajo como gruista en Arcelor con una exigente rutina de entrenamiento. “Cuando no me toca currar hago dos entrenos al día, y cuando descanso, tres”, explica.
Lejos de ver el boxeo como simple combate, defiende su parte más profunda: “La gente piensa que son dos personas pegándose, pero es mucho más que eso. Este deporte te da disciplina, te enseña a sacrificarte. Dejé de salir para centrarme en esto. Pierdes amistades, pero el esfuerzo merece la pena”.
Priede reconoce que el panorama del boxeo en España ha cambiado radicalmente desde sus inicios. “Cuando empecé, en Asturias había muy pocas peleas. Ahora se nota un boom. Hay más gimnasios, más eventos y más interés”, destaca.
También valora iniciativas mediáticas como la Velada del Año de Ibai Llanos, que acerca el boxeo a nuevas audiencias: “Ese tipo de eventos ayudan muchísimo. En el gimnasio ya se nota: hay más niños que quieren probar. Lo ven por la tele y les llama la atención”.
Camino al Campeonato de España y el salto al profesionalismo
Su próxima gran cita será el Campeonato de España amateur, que se celebrará a partir del 9 de noviembre en Benidorm. Es su gran reto antes de dar el salto al campo profesional.
“Para el año que viene ya paso a profesional, que va a ser un reto chulo”, adelanta. Con su preparador y entrenador de confianza, Priede sabe que está en el momento perfecto para demostrar su potencial.
“El objetivo es conquistar el campeonato nacional y, a partir de ahí, hacia arriba. No me pongo límites”, sentencia.
Golpe a golpe, Rubén Priede “The Punisher” se está forjando un nombre propio en el boxeo español. Y como él mismo avisa, va a dar mucho de qué hablar.

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